El papel del auditorio en la invención retórica

Además de operaciones como la disposición, la elocución y la memoria, la invención pertenece al conjunto de estas que forman la retórica.

Para que todas ellas surtan efecto, es necesaria la invención, pues del mismo modo, se necesita para persuadir ya que provee de la argumentación necesaria para poder llevar a cabo uno de los dos elementos con los que el diseñador cuenta para realizar trabajos exitosos que impacten la mente del usuario o auditorio: persuadir o manipular.

Sin la invención un orador, en nuestro caso un diseñador, no sabría que decir debido a que los argumentos no nacen de la nada, sino que necesitan una justificación profunda, medular y únicamente se gesta en torno a la inventio.

Inventio es la construcción mental de preparación del proceso discursivo, esto es, encontrar aquellos espacios en la memoria, llamados loci y están relacionados con tópica, tópicos y lugares comunes. Rescatar argumentos que están depositados en estos «contenedores» se realizan con la resolución de preguntas tales como ¿quién?, ¿qué?, ¿por qué?, etc., este proceso se conoce como tópica.

Los tópicos no son más que redes entramadas de loci, esto permite obtener ideas que fundamentan el desarrollo de la argumentación. El tópico alude, como menciona el autor, a contenidos mentales y a esquemas de pensamiento, en otras palabras, el modo en el que organizamos mentalmente todos esos conceptos, creencias y aprendizajes que utilizamos para argumentar. De hecho, si la mente humana es tan compleja y fascinante es entre otras cosas porque puede encontrar una cantidad casi infinita de maneras de generar interpretaciones acerca de la realidad, teniendo cada una de ellas una relativa coherencia interna pudiendo así, argumentar.

Como toda parte en la lingüística, en la retórica hay técnicas para argumentar, llamadas técnicas argumentativas, clasificadas en tres grupos según su finalidad y su fin último es crear enlaces y disociar de lo real enriqueciendo el pensamiento.

Las opiniones compartidas del colectivo crean conceptos en nuestra mente y determinar nuestra forma de pensar y de actuar, esto es parte de cómo se forma la cultura de una persona según su contexto. Entonces, tópico, es la construcción mental de argumentos con base en creencias, ideologías, estereotipos o incluso, arquetipos, todo lo anterior determina la forma de pensar y de actuar de una persona frente a su contexto, por lo que, como bien dice el autor, persuadir implica cambiar la forma de pensar del auditorio.

La retórica, para Alfonso Reyes, se gesta de primera instancia en escuchar al auditorio para que con base en ese diálogo interior (inventio) pueda persuadir a dicho auditorio.

Cada discurso debe adpatarse dependiendo el tipo de auditorio al que va a dirigirse, Perelman define dos clases: universal y particular. El primero es todos quienes tienen uso de razón y el segundo, aquellos que además de poseer uso de razón, tienen una creencia específica. Por ejemplo, todos los alumnos de la Ibero son el auditorio universal mientras que los alumnos hijos de padres conservadores y que se les quiere persuadir sobre aceptar el concepto de la legalización del aborto pertenecen al auditorio particular. Por tanto, el fin de la argumentación es lograr que este grupo específico de alumnos considere que el aborto debería ser legal.

El diseño y sus usuarios (auditorios)

El diseñador tiene y debe que escuchar a su cliente, a sus usuarios para iniciar el proceso de inventio y lograr que éste, a partir de los tópicos, diseñe un discurso con los argumentos persuasivos suficientes para que un grupo de usuarios cambie de opinión acerca del tópico inicial, es decir, cambie de forma de pensar con respecto a algo.

El diseño puede influir en la opinión pública, como en el caso de la propaganda política; también es capaz de instruir y vender productos y servicios a la gente. Sirviéndose de un diseño creativo y funcional, el profesional gráfico interpreta, ordena y presenta mensajes originados por otras personas que buscan un propósito para que sean accesibles a un público determinado.

Detrás de todo mensaje producido y distribuido hay una intencionalidad, está mas que dicho que lo que se desea es cambiar un pensamiento, una actitud. La sociedad necesita de los mensajes para su funcionamiento y a cada tipo de relación social corresponde una forma especial de comunicación, de diseño. En otras palabras, el diseño o comunicación visual combina el lenguaje con las imágenes para crear mensajes estéticamente atractivos que hagan una conexión y le transmitan algún tipo de información, y por ende, modificar su comportamiento.